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lunes, 30 de marzo de 2015

Demandamos respeto a los derechos de la comunidad Shipiba y la recuperación del río Rímac


Municipalidad de Lima prefiere el desarrollo del cemento al cuidado de la vida

La decisión de la actual administración de la Municipalidad de Lima de cancelar el Proyecto Río Verde demuestra una vez más la falta de interés y respeto del alcalde Luis Castañeda Lossio por los derechos humanos y ambientales de los ciudadanos, al priorizar la construcción de tres by-pass sobre la recuperación del río Rímac y la salud y seguridad de 265 familias Shipibas.

Río Verde contemplaba convertir seis kilómetros de la ribera del río Rímac en áreas verdes donde se instalarían espacios de recreación, crear un parque de 25 hectáreas de áreas verdes y reubicar a la comunidad Shipiba a lugares más seguros y con mejores condiciones sanitarias.

La discriminación, racismo y desprecio por la diversidad cultural de la actual gestión municipal se evidencian en las declaraciones de Jaime Villafuerte, gerente de Promoción de la Inversión Privada de la comuna metropolitana, quien ha señalado que el proyecto Río Verde solo iba a beneficiar a “unas cuantas familias shipibas (…), prácticamente era un club para los shipibos”.

La Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú – ONAMIAP deplora esta actitud que echa por tierra la posibilidad de recuperar el río Rímac y expresa su solidaridad con la Comunidad Shipiba, que una vez más siente el riesgo de un futuro incierto para su cultura y sus familias en la capital.

Como nuestros hermanos y nuestras hermanas de la Comunidad Shipiba, las mujeres indígenas organizadas en ONAMIAP no nos oponemos a la realización de obras viales. Lo que rechazamos es que se utilicen los recursos de un proyecto a otros fines, condenando a 265 familias a vivir en módulos prefabricados, sin agua ni desagüe, exponiendo a sus niños a enfermedades y quitándoles la posibilidad de asistir a la escuela.

ONAMIAP invoca a las organizaciones indígenas y de los movimientos sociales, así como a las instituciones defensoras de los derechos humanos, a pronunciarse sobre esta actitud de la administración municipal encabezada por el alcalde Castañeda. Primero fueron los murales, en un atentado contra los jóvenes y la cultura. Luego una comunidad indígena. ¿Quién seguirá?

Lima, 30 de marzo de 2015.

Foto: Lamula.pe

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