Por: Daniel Sánchez.
Las áreas naturales protegidas son espacios reservados para
la conservación de la naturaleza en zonas que poseen valores naturales y
culturales importantes. Nuestro país cuenta con 76 áreas naturales; de ellas,
13 tienen la denominación de parques nacionales.
A pesar de su importancia para la protección del ambiente y
de los pueblos indígenas, en lo que va del presente Gobierno no se ha aprobado
ninguna área nueva de protección de carácter nacional. Es más, luego de un
incansable esfuerzo por parte de las organizaciones indígenas e instituciones
aliadas, recién el pasado junio se logró que el Poder Ejecutivo apruebe el
Decreto Supremo para la creación de un área de conservación de alcance regional
(no nacional) como la Maijuna- Kichwa en Loreto.
Una de las zonas que requiere una pronta categorización como
parque nacional es la ubicada entre las regiones de Loreto y Ucayali conocida
como Sierra del Divisor. En este lugar, además de su inmensa biodiversidad,
viven y se desplazan pueblos indígenas en situación de aislamiento, como los
Isconahuas. La gran riqueza natural de la zona ha creado un ecosistema
favorable para la presencia del mayor número de especies de primates (16
especies) y la subsistencia del armadillo gigante y del jaguar que en otras
zonas han desaparecido. Esto sumado al hecho de que en pleno llano amazónico se
forme un complejo montañoso único en la región hace de este lugar un potencial
paisajístico insuperable que requiere del más alto nivel de protección.
De otro lado, gracias al apoyo de diversas instituciones y
organizaciones indígenas se ha venido cumpliendo con cada uno de los requisitos
solicitados en este largo proceso para ser considerado parque nacional. A la
fecha se ha logrado que Sierra del Divisor sea declarada como “Zona Reservada”
(2006) y su creación ha sido aprobada por los pueblos indígenas afectados con
la medida, en el marco del primer proceso de consulta previa realizado sobre un
área natural protegida de carácter nacional (2013).
Entonces si se ha avanzado tanto, ¿cuál es la razón por la
que no se emite el Decreto Supremo que la declara como Parque Nacional? Uno de
los principales supuestos que explicaría esta demora sería el posible temor
–del Poder Ejecutivo– de que al crear esta área natural se impida la interconexión
terrestre (posiblemente ferroviaria) entre Pucallpa (Perú) y Cruzeiro du Sul
(Brasil).
Sin embargo, es importante tomar en cuenta que la zona
propuesta colinda con la frontera brasileña, país que hace varios años creó el
Parque Nacional “Serra do Divisor”. En este sentido, el trazado de
interconexión que se proponga –aún cuando el Perú no cree el parque nacional─
debe respetar este gran corredor ecológico declarado por Brasil. Por ello, en
vez de limitar su creación sería mejor compatibilizar la interconexión
binacional con estos dos parques nacionales.
En la práctica, la demora en la creación de este parque
limita las funciones para su protección y lo hace vulnerable a diversas
actividades ilícitas: sembríos de coca para narcotráfico, tala y minería
ilegal. Asimismo, impide la titulación de las tierras comunales de diversas
comunidades nativas colindantes a Sierra del Divisor, debido a que se
encuentran a la espera de que se defina el área del parque para poder culminar
con este trámite.
Además de los beneficios señalados, su creación
representaría un valor económico potencial por recursos no maderables y
turismo, así como la posibilidad de generar ganancias por la venta de bonos de
carbono, pues mantener esta área permitiría captar, aproximadamente, 150 000
toneladas de CO2, casi el 40% de todo el carbono que produce el Perú
diariamente.
En suma, son muchas las ventajas que representa la creación
de este parque nacional. Sabemos que el pasado 7 de mayo, el Consejo de
Coordinación de Viceministros aprobó la medida. Es responsabilidad ahora del
Consejo de Ministros garantizar que esta zona quede protegida lo más pronto
posible.
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Texto publicado el 14 de agosto en el blog de la Defensoría
del Pueblo.