Foto:Cumbre de los Pueblos
Onamiap. 28 de noviembre de 2014.- En el debate mundial sobre cambio climático hay un profundo desequilibrio entre la participación de hombres y mujeres en los espacios de negociación creados por la Organización de Naciones Unidas en el marco de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Aunque el debate sobre cambio climático se inició en los años setenta del siglo pasado, fue la Cumbre de la Tierra desarrollada por la ONU del 3 al 14 de junio de 1992, conocida como Río’92. Entonces solo se hablaba de mitigación.
Fue recién en el 2001 cuando el Panel Internacional de Cambio Climático reconoce por primera que los impactos del cambio climático no se sienten igual en todos los países del mundo. Y también por primera vez se habla de género. Sin embargo, tuvieron que pasar otros seis años para que el tema apareciera en las actas de negociación: antes del 2007, en la CMNUCC no había una sola mención de género. En la actualidad, según la Guía de Género y Cambio Climático difundida por el Ministerio del Ambiente peruano, existe un total de 27 decisiones que lo mencionan:
Adaptación: 10 decisiones.
Mitigación: 3 decisiones.
Finanzas: 5 decisiones.
Tecnología: 4 decisiones.
Desarrollo de capacidades: 5 decisiones.
Total: 27 decisiones.
Mozambique fue el primer país, en el 2010, que solicitó estrategias de cambio climático género-sensibles. Hoy son 17 los países que las piden. A nivel internacional ha sido creado un índice de género y medio ambiente. El Perú está en séptimo lugar de los ocho países de América Latina donde se hace esta medición. Y en el lugar 26 de 72 países a nivel mundial.
El desequilibrio de género en la composición de los comités es también evidente. Según la misma fuente, dicha composición es la siguiente:
Comité de Adaptación: 8 hombres y 4 mujeres.
Grupo Consultivo de Expertos: 15 hombres y 10 mujeres.
Comité de Finanzas: 12 hombres y 7 mujeres.
Comité de Tecnología: 17 hombres y 3 mujeres.
Centro de Tecnología del Clima: 19 hombres y 3 mujeres.
Junta del Fondo Verde: 21 hombre y 3 mujeres.
Para la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú – ONAMIAP, el desequilibrio de género no es solo numérico, sino también, y fundamentalmente, de contenidos. Las decisiones que mencionan el tema de género a las que nos referimos líneas arriba, reconocen a las mujeres, junto con los pueblos indígenas, como poblaciones especialmente vulnerables.
La atención a las necesidades especiales de mujeres y pueblos indígenas es importante y urgente. Pero las mujeres indígenas no solo tenemos demandas, también tenemos propuestas. Por ello es imprescindible que las negociaciones internacionales y el diseño de políticas sobre cambio climático incorporen nuestra visión, nuestros saberes y nuestras prácticas, junto con el reconocimiento expreso de los derechos de los pueblos indígenas.
Las mujeres indígenas debemos estar presentes en la discusión, el planeamiento, la ejecución y el monitoreo de las políticas climáticas. Deben identificarse nuestras demandas y nuestras propuestas. El empoderamiento de las mujeres en general y de las mujeres indígenas en particular debe ser una estrategia central en el enfrentamiento del cambio climático.