El 3 de
agosto, las ministras de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), Paola Bustamante, y de Cultura, Diana Álvarez Calderón,
suscribieron el Convenio Específico 1, cuyo objetivo es “abrir espacios de
coordinación que procuren la implementación del enfoque intercultural y el
ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas y población afroperuana,
para la construcción de una ciudadanía intercultural, basada en el
reconocimiento y valoración de la diversidad cultural y lingüística del país”,
según la nota difundida por el MIDIS.
Para la Organización Nacional de
Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú, ONAMIAP, es saludable toda
medida orientada a establecer el enfoque intercultural en las políticas
públicas y garantizar el ejercicio de los derechos de los pueblos indígenas.
Por ello, nos permitimos hacer algunos comentarios, observaciones y aportes.
Según el convenio, el Ministerio
de Cultura brindará al MIDIS la información de la Base de Datos Oficial de los
Pueblos Indígenas u Originarios y asistencia técnica en materia de pertinencia
cultural y lingüística para la prestación de programas sociales.
Al respecto, como ONAMIAP debemos
insistir que la citada base de datos es incompleta y que existe una tenaz
resistencia de los organismos estatales para reconocer como parte de los
pueblos indígenas a numerosas comunidades campesinas. Consideramos necesario
realizar una investigación más profunda de la ascendencia de nuestras
comunidades andinas, ya sea como variantes de los quechuas y aimaras o como
culturas propias preexistentes incluso a lo que fue el Tahuantinsuyo. Este trabajo debería realizarse con
participación de nuestras organizaciones indígenas nacionales.
Sin embargo, hay otro tema más de
fondo: el Estado persiste en ver a los pueblos indígenas solo como sujetos de
asistencia. Si bien es cierto que las brechas sociales y económicas son más
graves para los pueblos indígenas, pero se trata del ejercicio de derechos, no
de “servicios sociales”: derecho a educación y salud de calidad y con
pertinencia cultural, a participación política, a información sobre todo
aquello que nos afecte. Estas son obligaciones para el Estado, no favores ni
asistencia social. Hay que cambiar esa visión.
Además, los pueblos indígenas
tenemos mucho que aportar: nuestra diversidad cultural, nuestra historia,
nuestras lenguas, nuestra manera de relacionarnos en armonía con la naturaleza,
nuestra forma de tomar decisiones, los alimentos que brindamos, nuestras
experiencias para enfrentar, adaptándonos o mitigando el cambio climático, etc.
Saludamos también el
reconocimiento de nuestras personas mayores como transmisores de conocimientos
y todo programa orientado a recuperar nuestras lenguas originarias. Pero estos
programas deben ir acompañados de políticas públicas más integrales respecto a
la adecuación de los servicios públicos: se necesitan profesores y personal
médico interculturales y que conozcan nuestras lenguas, que sean intérpretes en
todos los espacios. En una palabra, que respeten a nuestros pueblos.
En general, no nos oponemos a los
programas de asistencia social en un país como el nuestro, donde las necesidades
son gigantescas y las brechas abismales. Pero necesitamos que estos programas
–y el conjunto de las políticas públicas– tengan un auténtico enfoque
intercultural y de género; que no impacten sobre nuestras formas de vida
tradicional ni desconozcan a nuestras instituciones, menos aún que causen
conflictos en nuestras comunidades.
Y sobretodo necesitamos que nos
reconozca. Que el Estado admita que los pueblos indígenas estamos organizados
en comunidades campesinas, comunidades nativas, rondas campesinas, pueblos en
aislamiento voluntario o contacto inicial y organizaciones de mujeres
indígenas. Todos con derechos reconocidos en instrumentos internacionales,
jurisprudencia nacional e internacional, la Constitución y las normas del país.
Finalmente, esperamos que en la
ejecución del citado convenio entre el Ministerio de Cultura y el MIDIS, los pueblos indígenas tengamos participación, que nuestra opinión sea escuchada y nuestros aportes sean
tomados en cuenta.